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.La gran mayoría de los fieles practicantes son mayores de 60 años.
.Los españoles van cada vez menos a misa según los datos de una encuesta del diario Público. Hace tres años, el 16,5% de la población se declaraba no creyente. Este año la cifra sube hasta alcanzar el 20,3% de la población. Además, la tasa de ciudadanos que se declara católicos baja paulatinamente. En los dos últimos años, la caída ha sido de tres puntos y medio, al pasar del 80,5% al 77%.
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Por edades, son los mayores de 60 años los que más van a misa. El 90,4% de este colectivo se reconoce como católico practicante. En el otro extremo se encuentran los jóvenes. Así, sólo el 15,1% de los menores de 30 años son católicos practicantes.
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Las mujeres, más religiosas
Por sexos, las diferencias son grandes. Las mujeres se siguen declarando mucho más católicas que los hombres. Entre el total de la población, las católicas practicantes representan el 34,6% del colectivo femenino, frente al 21,4% del masculino. Los ateos y los no creyentes tienen un perfil mucho más masculino. Los hombres casi doblan en número a las mujeres: 26,2% frente al 14,6%.
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Otras religiones, el 2%
Por último, el estudio indica que un 2% de la población residente en España se declara creyente de otra religión, un porcentaje que se mantiene estable.
Por último, el estudio indica que un 2% de la población residente en España se declara creyente de otra religión, un porcentaje que se mantiene estable.
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Privilegios en aumento
Público incide en en que, a pesar de los datos a la baja de la religión católica, la Iglesia sigue manteniendo sus privilegios ganados en tiempos de Franco. Así, siguen vigentes las ayudas económicas directas y los beneficios fiscales consignadas en el Concordato de 1979, unos beneficios que, lejos de recortarse, han seguido ampliándose en 2010. Como ejemplo de ello, más reducciones de impuestos y el aplazamiento de la Ley de Libertad Religiosa.
Público incide en en que, a pesar de los datos a la baja de la religión católica, la Iglesia sigue manteniendo sus privilegios ganados en tiempos de Franco. Así, siguen vigentes las ayudas económicas directas y los beneficios fiscales consignadas en el Concordato de 1979, unos beneficios que, lejos de recortarse, han seguido ampliándose en 2010. Como ejemplo de ello, más reducciones de impuestos y el aplazamiento de la Ley de Libertad Religiosa.
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